domingo, 17 de abril de 2011

Viejas y Viajes:

Dándole un pequeño giro al blog crearé este formato de entradas hablando de alguna representación artística que haya encontrado en otras latitudes, por el momento no hay muchas, y no será una entrada recurrente, pero espero con el tiempo irla ampliando.


El Atleta Gigante de Osaka:

Dōtonbori es una gran avenida que atraviesa la ciudad de Osaka y uno de sus símbolos más característicos es el cartel de la famosa marca de sticks Pocky (esas fálicas galletas tan populares entre los nipones) Glico ubicado a las orillas del río. Fue ideado a mediados del siglo XX por el artista Kinoshita Shin-Ichi, representa un atleta con los brazos en señal triunfal y con una camiseta en la que se lee el nombre de la marca Glico en katakana y a su fondo se pueden ver los cuatro edificios más emblemáticos de la ciudad: El castillo de Osaka, el Acuario, el Osaka Dome y el Tsūtenkaku. El ideograma fue creado para promocionar unos caramelos que tan solo tenían 15 Kcal, justo lo que consume un ser humano si corre 300 metros. Por aquellos años la apuesta era por la renovación del Arte japonés a través de nuevas formas de expresión, sirviéndose, en este caso de la publicidad, promoviendo intercambios con el japonés promedio. Aspiraban a la universalidad, aunque tapizada por su propia identidad cultural consumista, embelleciendo y fijando bases para la creación contemporánea japonesa. Por las noches se convierte en un impresionante espectáculo de luces de neón y en el punto de encuentro de cientos de personas. Al final les dejo una foto mía posando frente al gigante, por aquellas lejanas épocas de la post- adolescencia.


©Enrique Marín



[Fotos 1 y 2 las arrojo Google, 4 y 5 ©Enrique Marín]

sábado, 16 de abril de 2011

Rebelión escena 3 "Los de arriba":

Cock

O el exceso de pastelazos:


La monumental recién estrenada puesta en escena Cock protagonizada por Diego Luna, Jose Maria Yázpik e Ilse Salas tiene muchos aciertos, sin embargo brilla por su contras: El texto del ingles Mike Bartlett es ciertamente entrañable, la historia de un joven gay con pareja estable que de repente se enamora de una mujer y que, incapaz de esconderle a cada uno de sus amantes la realidad, termina citándolos a una cena a los dos para decidirse; La escenografía de Jorge Ballinas es simplemente exacta, siguiendo la línea de la corriente del mexicanismo-contemporáneo nos presenta 3 plataformas en vertical con mecanismos para la entrada y salida de elementos básicos minimalistas (muy al estilo de lo que hizo Jesús Hernández con “Una de Tantas “ o la misma “Rebelión”) sobre el cual se desarrollan diferentes ambientes como el departamento de ellos, el de ella o la calle misma. Las actuaciones son el punto débil de la obra, es evidente que les sale el colmillo a todos los involucrados, sin embargo caen repentinamente, yo diría exageradamente en los pastelazos, es decir se venden como prostitutas en la autopista para agradar al público, se dejan llevar por las risas de este poniéndole más atención que a la relación en escena misma, cada cierto tiempo se repiten los mismos chistes y palabras como “chinga tu madre”, “chichis”, “pito”, “culo” etc. con la única finalidad de hacer reír al público, dejando de lado el texto de la obra misma, esto sucede repentinamente durante toda la obra llegando al límite con el actor Javier Díaz Duéñas quien en su única escena se olvida de sus compañeros totalmente y de la obra en sí para salirse y divertir al público a la manera de comedia del arte mal hecha, como si de repente estuviéramos viendo la obra de “11 y 12” de Chespirito, a ese extremo. La producción de OCESA pues es espectacular, como siempre lo han hecho y existen recursos muy vistosos como un reloj proyectado a ambos lados del escenario que nos muestra el paso de los días y la hora, lo malo es que el tiempo solo pasa en el reloj, y no en los actores, hilando las escenas de una manera temporal propuesta, pero no realizada.


Es evidente que la obra se hizo para vender y vender (la cantidad de asientos es ridícula, sin dejar siquiera espacio para estirar las piernas o encorvar la espalda) sin embargo se agradecen ciertos puntos, como que el morbo que pueda generar ver a Diego Luna fajarse con José María Yázpik no esté desarrollado explícitamente, o los momentos de intimidad que la actriz IIse Salas logra hacia el final de la obra,o el texto en sí, sin mexicanismos claro. Una buena propuesta que tal vez con el tiempo mejore en esos aspectos de profundidad actoral, (porque sobra decirlo todo está como con pincitas) al final de cuentas lo que vi fue la primera función, esperemos la temporada más adelantada.

©Enrique Marín



COCK De Mike Bartlett / Dirección Antonio Serrano / Con Diego Luna, Jose María Yázpik, Ilse Salas y Javier Díaz / Teatro de los Insurgentes (Insurgentes sur 1587) Jueves 8.30pm, Viernes 7:00 y 9:00pm, Sábado 6:00 y 8.30pm, Domingo 5:00 y 7:15pm / www.ticketmaster.com.mx / www.cockmexico.com