martes, 31 de enero de 2006

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Zócalo del DF: Ángeles de la Guarda & Feminicidio
Ramón Almela. Doctor en Artes Visuales
(publicado originalmente el 31 de enero del 2006 en www.criticarte.com)


La plaza del Zócalo de México, D.F. funciona como un espacio de convergencia político-cultural. El lugar se hace centro de manifestaciones populares de toda índole. Bajo el amparo de la bandera de la república mexicana, y entre los símbolos arquitectónicos del poder nacional y el poder eclesiástico se despliegan continuamente las preocupaciones, ambiciones y esperanzas de los ciudadanos. Se convierte en escenario de promesas políticas, reivindicaciones y difusión musical y cultural. Un lugar donde se materializan las operaciones simbólicas del arte.
El Sábado 21 de Enero tuvo lugar un maratoniano festival musical de más de 10 horas entre artistas españoles y mexicanos organizado por la "Plataforma de mujeres artistas en contra de la violencia de género" bajo el título: "NO + feminicidios". En dos escenarios se alternaron en el Zócalo, en un diálogo artístico, 35 cantantes y grupos, y 20 actrices denunciando, todos, la discriminación y la violencia que sufre el género femenino y solicitando modificaciones a las leyes y las conductas. (…)





Ajenos al festival musical que se llevaba a cabo, el esfuerzo de unos actores "Ángeles Guardianes" sintonizaba, sin pretenderlo, con el esfuerzo del resto de los artistas mexicanos y españoles que actuaban reclamando no más feminicidios y estimulando la esperanza. Colocados en las rejas de la catedral, alineados entre los plomeros y albañiles que ofertan su trabajo, (reminiscencia de la acción de Francis Alÿs que se anunciaba como artista) ofrecen cada sábado su apoyo verbal y presencial a todos aquellos que se dirigen a ellos. Tres artistas de teatro que llevan su actuación a estrategias de performance involucrado con las vivencias de la realidad en la ciudad de México. Pamela Aguilar, Erick Miranda y Enrique Marín llegan a materializar las proyecciones y creencias ideológicas de los individuos: Ese ángel guardián que provee el respaldo y actúa como conciencia del individuo, materializando las aspiraciones de bondad del ser humano. Confrontarse con su corporeización facilita la fluidez comunicativa, provocando la apertura de muchas personas para hablar y reflexionar sobre su problemática.




El encuentro de estos ángeles, circulando entre la multitud en medio del ambiente de una ciudad tensa e insegura, brinda con su acogida un ámbito que permite a la persona desplegarse como si se tratara de un espejo. No es tanto lo que ellos digan, si no la energía que se genera desde la confianza que pone la gente que los aborda, desde niños a intelectuales. Su actuación se ensambla en el tejido de una ciudad descompuesta y violenta impulsando un hálito de esperanza más allá de cualquier perfil religioso, y se instala como patentización plástica de arte que rebasa las demarcaciones del teatro para situarse en la aportación artística del performance, que abre espacios de interlocución e interacción donde lo visual y lo significativo corresponden al sentido de una estética relacional.

Articulo original. 

lunes, 30 de enero de 2006

La Boda:



La Boda Una novia fugitiva escapa el día de su boda en el metro, su novio furioso junto con el ebrio de su mejor amigo la persiguen por todos lados, hasta que logran interceptarla en un vagón de la línea 3 del metro, ¿se descubrirá por que se fue? , ¿Volverá con él?

 Espectáculo de parateatralidad invisible, pues no existen los espectadores como tales pues no saben que están espectando una obra, las premisas son el espacio entre los personaje, dos posibles finales: uno feliz donde la pareja se reconcilia y se descubre que todo fue un montaje u otro donde el novio es rechazado por los mismos usuarios-espectadores-inconscientes y nunca se descubre la verdad. 

Se presento originalmente en el verano del 2005 en la linea 3 del metro.

 La Boda* 

Creación colectiva de 
Eric Miranda 
Enrique Marín
Eunice Rocha 
Pamela Cordero
Emanuel Toledo










*Fue la primera "exploración escenica-performance-experimental-callejero" de La Nave.

viernes, 20 de enero de 2006

Cantinas:



Es tras las puertas de los baños de las cantinas que se puede respirar en la frontera entre la lucidez y el sueño. Con hielo en lugar de agua corriente, es delante de los mingitorios que los borrachos se preguntan cosas vitales para la existencia, como “¿estoy realmente ingenioso esta noche o simplemente los demás están al borde de un derrame cerebral?” o “¿por qué el tipo de junto me ha llamado varias veces por un nombre que no es el mío?¿O si es mi nombre?”. En ese lindero nació , por ejemplo , mi pesadilla recurrente: cuando salgo del baño, no sólo mi mesa esta vacía, sino que los meseros están mudándose de ropa, mientras me avisan que todo fue una representación teatral, que todos los borrachos eran actores bebiendo agua, y que los amigos que estaban conmigo fueron contratados.



Enrique Marín

domingo, 15 de enero de 2006

Coringas y teatro real:

Coringa:

Augusto Boal usa este termino para nombrar a los actores provocadores.

El Teatro invisible no es más que una parateatralidad porque entra en el flujo de la verdad. Marigon Saizon habla del teatro real, otros lo llaman teatro político, ( para protestas) no exactamente en nuestro caso, también es llamado teatro de la vida.



Nosotros los llamamos

La Nave



[lectura recomendada:

BOAL, Agusto

“El teatro de lo oprimido”]

Con la lluvia ellos se esconden en la oscuridad:


Una tarde lluviosa de septiembre, salí de la panadería sin paraguas. La lluvia era tan intensa que mi bolsa de pan se mojo, se rompió, y ocho piezas de pan cayeron a un charco inmundo. Resignado, volví a entrar a la panadería para recomprar todo. Cuando salí, el pan del charco había desaparecido.

viernes, 6 de enero de 2006

Luchar por lograr estar: (Silencio)


Preguntarnos por nuestra voz, una voz que en realidad es un llamado, una voz que nos llamo, menciono nuestro nombre y dijo “ven”…

Para escuchar el llamado necesitamos habitar el silencio. El silencio no es necesariamente no hablar, es construir un estado interior mas allá del parloteo.

 El silencio no es la ausencia de ruido, es la presencia de voces.

 Llegar a tal estado de conciencia capaz de escuchar tus propios latidos de tu corazón, cuando las sombras se convierten en presencias.

 Así es el saber llenar el silencio, porque la palabra siempre va precedida por el silencio.

 Simplemente estar.

(Gracias Chris por alegrar mis vacaciones, ¡mas que nada!)